La lactancia es un periodo especial en la vida de toda madre, lleno de alegría pero también de nuevos retos. Muchas mujeres se preguntan si es seguro utilizar una sauna durante la lactancia y si afectará negativamente a la producción de leche. Descubre los hechos y mitos más importantes sobre las saunas que toda madre lactante debe conocer.
Utilizar la sauna durante la lactancia: ¿qué conviene saber?
La sauna es conocida por sus propiedades relajantes desde hace siglos, sin embargo, una madre lactante puede tener dudas sobre si la sauna es segura, tanto para ella como para su bebé. Vale la pena señalar que la lactancia no es una contraindicación para los baños de sauna. Muchas mujeres se preguntan cuánto tiempo después de dar a luz pueden empezar a tomar saunas. Si el puerperio no tiene complicaciones y no hay contraindicaciones médicas, las madres pueden empezar a tomar baños de sauna incluso unas semanas después del parto. Sin embargo, es importante consultar antes a un médico. También se recomienda a las mujeres embarazadas.
Para disfrutar plenamente de los beneficios de las saunas durante la lactancia, hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes. Las altas temperaturas de la sauna pueden provocar el sobrecalentamiento del cuerpo y la pérdida de líquidos, lo que afecta a la producción de leche materna. Por tanto, es importante hidratar el cuerpo antes y después de la sesión de sauna. También se recomienda que la madre lactante evite las sesiones de sauna demasiado largas: lo ideal es que duren entre 10 y 15 minutos.
Mitos asociados a las saunas para madres lactantes
Se han creado muchos mitos en torno al tema de la sauna y la lactancia. Uno de ellos es la creencia de que la sauna es perjudicial para la piel y los pezones. Es cierto que la piel está más sensible durante el embarazo, pero vuelve a la normalidad durante el postparto. Por tanto, la sauna no es perjudicial para la piel, a menos que haya alergias u otras contraindicaciones médicas.
También persiste en la opinión pública la creencia de que la sauna altera el sabor y la composición de la leche. Sin embargo, en el estado actual de la investigación, no hay pruebas suficientes que demuestren que el uso de la sauna afecte a la producción de leche materna de forma perjudicial para el bebé. Por tanto, las madres lactantes pueden disfrutar sin miedo del placer de relajarse en una sauna, respetando las normas básicas de seguridad.
Datos sobre los efectos de la sauna en la lactancia
No hay pruebas científicas suficientes de que el uso de la sauna afecte a la calidad y cantidad de leche producida. Por tanto, las preocupaciones sobre un impacto negativo en la producción de leche son infundadas. Es más: en algunos casos, como la leche estancada, una visita a la sauna puede ser incluso útil. Ayuda a prevenir consecuencias más graves, como la inflamación de los senos, y por tanto sirve para favorecer la lactancia.
Sin embargo, es cierto que la deshidratación debida al sobrecalentamiento puede ser perjudicial para la mujer lactante y reducir temporalmente la producción de leche. Por eso es tan importante mantener el cuerpo bien hidratado.
Beneficios de las visitas relajantes a la sauna para las madres lactantes
La sauna no es sólo relajación, sino también una serie de beneficios para la salud. Las sesiones regulares mejoran la circulación, ayudan a desintoxicar el cuerpo y reducen el estrés. Para una madre lactante que a menudo experimenta fatiga y tensión, la sauna puede ser una forma estupenda de relajarse y recuperarse.
Utilizarla es una forma de recuperar la forma después del embarazo y un gran complemento de otras formas de actividad, como el fitness o el footing. Sin embargo, no es aconsejable combinar la sauna con mucho ejercicio en un mismo día, ya que esto puede sobrecargar demasiado el cuerpo.
¿A qué debo prestar atención cuando utilice la sauna durante la lactancia?
¿Qué precauciones deben tomarse para que la sauna durante la lactancia sea totalmente segura y eficaz?
- Es una buena idea consultar a tu médico o a un asesor de lactancia antes de empezar a utilizar la sauna. Una consulta con un especialista ayudará a descartar cualquier contraindicación médica.
- Durante las primeras visitas a la sauna, la temperatura debe ajustarse a un nivel moderado, para que el cuerpo se acostumbre gradualmente a temperaturas más altas.
- Las madres lactantes pueden beneficiarse de la aromaterapia, pero deben evitar aplicar aceites esenciales sobre la piel, ya que pueden irritar la piel o los pezones. También es buena idea utilizar discos absorbentes para garantizar la comodidad durante la lactancia en caso de pérdida incontrolada de leche materna.
- Si durante una sesión de sauna aparecen síntomas como náuseas, calambres o mareos, deja de hacer sauna inmediatamente y rehidrata tu cuerpo.
- Tras salir de la sauna, conviene mantenerse hidratada y tomar productos ricos en calorías que favorezcan la lactancia. Esto mantendrá a la madre relajada y llena de energía, lo que tendrá un efecto positivo en su bienestar y en su relación con el bebé.
Resumen
Sauning durante la lactancia está permitido y puede aportar muchos beneficios a la madre. No sólo acelera el retorno del cuerpo a su forma anterior al embarazo, sino que también tiene un efecto positivo sobre el bienestar corporal y el estado de ánimo. Sin embargo, es importante recordar que hay que mantenerse hidratada y moderar las temperaturas, así como controlar el tiempo que se pasa en la sauna. También es aconsejable consultar a un médico y, sobre todo, escuchar las señales que envía el cuerpo.