El baño de morsa y el uso de la sauna están ganando popularidad como métodos para cuidar la salud, mejorar la forma física y regenerar el cuerpo. Aunque ambas formas de relajación tienen sus beneficios, mucha gente tiene dudas sobre si bañarse en morsa y utilizar la sauna el mismo día es completamente seguro. Averigua cómo afecta esta combinación a nuestro cuerpo, especialmente en el contexto de intensos cambios de temperatura. Descubre las principales ventajas y los riesgos potenciales de combinar morsas y saunas en una misma sesión.
Beneficios para la salud de las morsas y las saunas
Una sesión en la sauna permite que el cuerpo se caliente y dilata considerablemente los vasos sanguíneos. A altas temperaturas, el cuerpo empieza a producir sudor intensamente, lo que acelera la eliminación de toxinas y limpia el organismo.
El baño de morsa afecta al cuerpo de forma ligeramente distinta. Sumergir el cuerpo en agua fría también estimula la circulación al contraer rápidamente y luego dilatar los vasos sanguíneos. Es una forma excelente de reforzar el sistema inmunitario, ya que aumenta los niveles de glóbulos blancos, responsables de combatir las infecciones.
Sauna o morsas, ¿qué elegir?
Aunque las saunas y las morsas ofrecen notables beneficios para la salud y el bienestar, difieren en la forma en que afectan al cuerpo. La sauna consiste en someter el cuerpo a altas temperaturas para mejorar la circulación y eliminar toxinas. La morsa, en cambio, consiste en sumergir el cuerpo en agua helada. La baja temperatura contrae primero y dilata después los vasos sanguíneos, movilizando así el sistema inmunitario y favoreciendo la regeneración. La elección entre morsas y saunas depende de las preferencias, las necesidades individuales y el efecto deseado: mejora de la circulación, desintoxicación, regeneración muscular o refuerzo inmunitario.
Calor y frío intensos. ¿Qué es la terapia de contraste?
La combinación de sauna y baño de morsa puede tener un efecto saludable sobre el funcionamiento y el bienestar del organismo. Se trata nada menos que de una terapia intensiva de contraste, cuya popularidad se remonta a las civilizaciones antiguas. A lo largo de la historia, la terapia de contraste se ha desarrollado como método terapéutico moderno y se ha utilizado ampliamente para estimular el cuerpo con cambios de temperatura. Someter el cuerpo a temperaturas extremas contribuye a la liberación de endorfinas -las hormonas de la felicidad- y reduce la hormona del estrés, mejorar nuestro bienestar.
Baño de morsa y sauna el mismo día. ¿En qué orden utilizar este dúo?
Aunque el walrushing es un método exigente para el cuerpo, muchas personas van un paso más allá y optan por un baño sauna tras salir del agua fría. Este dúo puede ser beneficioso, pero hay que tener en cuenta algunas reglas.
Si te preguntas cuál es la mejor forma de combinar saunas y morsas, merece la pena apostar por un equilibrio entre ambas prácticas. La terapia contrastiva -alternar saunas y morsas- es una forma estupenda de reforzar la inmunidad, mejorar la circulación y reducir la inflamación. Para obtener mejores resultados, es aconsejable empezar con sesiones de sauna de calentamiento y sólo después sumergirse en agua fría durante unos segundos para movilizar el sistema inmunitario.
Esta combinación no sólo estimulará el sistema inmunitario, sino que también acelerará el proceso de recuperación muscular (por ejemplo, después del entrenamiento) y tiene un efecto inestimable en los procesos metabólicos. Sin embargo, recuerda que no debes abusar del tiempo que pasas en la sauna o en el agua fría, sobre todo si acabas de iniciarte en estos métodos.
¿Sauna después de las morsas? Sí, ¡pero con razón!
Aunque se suele recomendar la sauna antes de las morsas, es aceptable invertir el orden. Sin embargo, es aconsejable esperar unos minutos con la sesión de sauna después de la morsa para que el cuerpo tenga tiempo de recuperarse. Ir a la sauna demasiado deprisa después de un baño helado puede ser muy agotador para el sistema cardiovascular.
Se recomienda que el uso de la sauna después de las morsas no dure más de 15-20 minutos. Este tipo de sesión mejora el flujo sanguíneo y ayuda a una recuperación más rápida, pero hay que tener en cuenta que la exposición a altas temperaturas durante demasiado tiempo después de un resfriado intenso puede provocar sobrecalentamiento.
Si quieres probar el sauning en busca de morsas, asegúrate de hacerlo de forma responsable. Sólo entonces el saunting y las morsas serán un buen dúo.
Resumen
Las morsas y las saunas son métodos excelentes para mejorar la salud y la forma física. Someter el cuerpo a temperaturas extremas se utiliza habitualmente como parte de la terapia de contraste. La combinación del calor intenso de la sauna y el frío del agua es posible y produce efectos excepcionales para la salud, pero utilizar ambas actividades en la misma sesión requiere precauciones adecuadas. Es importante utilizar ambos métodos con sensatez, adecuando el tiempo que pasas en la sauna y en el agua fría a tus necesidades individuales.